viernes, 2 de julio de 2010

Mi soledad soleada

Noche párvula insegura, me estremeces con tu silencio que huele a viento, todos mis sentidos se enervan ante el deseo. Pero en mis labios solo besan al silencio a una sombra, solo un sueño.


Una soledad soleada rompe mis ataduras. Camino en solitario por los pasillos de gente, de soledades conjuntas, de maremotos de gente y más gente.

Se que no estas ahí, dudo estar yo misma ahí, pero camino y camino a cada paso, en cada momento. Entre más te pienso menos te espero, entre más te espero más desapareces, por eso me acoplo a mi soledad que es terriblemente fría cuando busco una caricia.

Pero una noche de soledad no esta mal, cientos de noches en este estado abotagan mis entrañas de soledades soleadas. Pérfidas flores que se secan en mi imaginación, porque nadie aparece a mi puerta con una de ellas.

Una ola de preguntas redunda mi cabeza, mientras un mar de respuestas, se aglutina en la puerta, pidiendo oído, pero huyendo de la soledad. En esta noche de soledades soleadas una memoria engañada de un ser que desconozco, me arrastra a imaginar.

1 comentario: